Kim Jong-un planea mantener cerradas las fronteras y empuja a su pueblo a la hambruna
El cierre de fronteras autoimpuesto por Corea del Norte durante la pandemia ha exacerbado la escasez de alimentos, suministros y dinero en efectivo, perjudicando a las personas más vulnerables del país mientras se atrincheran para el invierno que se avecina.
Kim Jong-un ha hecho hincapié en la autosuficiencia durante la prolongada crisis alimentaria, mientras el país se repliega aún más sobre sí mismo. Esta postura también supone un reto para quienes intentan reanudar las conversaciones de desnuclearización con Corea del Norte, estancadas desde hace casi tres años.
Instando a Corea del Norte a reabrir su economía gradualmente, el Relator Especial de la ONU Tomás Ojea Quintana escribió un informe: “El acceso de la población a los alimentos es una grave preocupación y los niños y ancianos más vulnerables corren el riesgo de morir de hambre”.