Ante el incremento de costos en la cadena de valor de banano
Los productores y exportadores de banano de Ecuador, Colombia, Guatemala, Honduras, República Dominicana y Costa Rica, representantes del 60% de la producción global de banano, manifestamos que:
En el curso del presente año, la industria bananera de la región ha experimentado importantes incrementos de costos a causa del aumento de precios de insumos indispensables como fertilizantes en 35-45%, cartón en 30%, plástico en 45%, la pérdida de producción generada por los nuevos límites máximos de residuos de los mercados de destino que inobservan las necesidades y la realidad de la producción de la región, la aplicación de los estándares impuestos por un mercado sobre certificado, la adopción de medidas de bioseguridad para prevenir el FOC R4T, la implementación de medidas de seguridad para evitar la contaminación de contenedores con sustancias ilícitas y, también, por el incremento generalizado del costo de fletes marítimos en hasta un 62% debido de la escasez mundial de contenedores, la estructuración de alianzas operativas entre líneas navieras y la consolidación de ese sector.
Estos costos impactan directa y negativamente sobre la sostenibilidad económica y competitividad de la industria bananera, que ha sufrido incalculables daños por el ascendente acontecer de fenómenos naturales en la región y no ha sido ajena a los efectos de la pandemia del COVID-19, debiendo implementar todas las medidas necesarias para salvaguardar la seguridad alimentaria global y proteger la salud de los trabajadores agrícolas. Mientras que, por otra parte, y de manera inconsecuente con la realidad mundial, el precio del banano ha sufrido en 2021 el decrecimiento más catastrófico de los últimos 10 años llegando a 10 euros por 18.5 kilos como refiere Denis Loeillet, investigador del CIRAD, para Reefertrends en el artículo publicado el 01 de septiembre del 2021.
La subsistencia y el futuro de la industria del banano, de la cual dependen de manera directa más de 808,000 familias en Latinoamérica, requiere que estas externalidades no sean soportadas únicamente por los países productores-exportadores, que son quienes ya durante un periodo extenso asumen todos los cuidados de las plantaciones, responsabilidades y demás sacrificios necesarios para llevar el banano a cada rincón del mundo, sino que se involucre a toda la cadena de valor, especialmente al otro extremo de ella. Es necesario que, en el marco del concepto de la responsabilidad compartida, sean discutidos estos aspectos cruciales para asegurar el compromiso de todos los actores con la sostenibilidad de la industria bananera global.