Brasil quiere mejorar la imagen de su agropecuaria en la COP26
Brasil.- El ministerio brasileño de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA) quiere deshacer la imagen negativa, en términos medioambientales, que tiene el sector agrícola y ganadero del país en el extranjero. Su oportunidad será la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26).
En su participación, el martes (24), en el debate Pro-Clima: Agronegocio, Seguridad Alimentaria y Sostenibilidad, promovido por la Confederación Nacional de la Industria (CNI), la ministra de Agricultura, Tereza Cristina, dijo que la COP26 representará una oportunidad para que el país presente al mundo “el papel positivo de la agropecuaria brasileña en la mitigación de las emisiones y en la adaptación al cambio climático”.
“Conocemos las características de nuestra agricultura tropical, que es singular como una de las más productivas, innovadoras y descarbonizantes del mundo. Sin embargo, nos sorprende descubrir lo poco que se sabe de nuestra agricultura fuera de Brasil. Esta ignorancia la aprovechan quienes quieren avanzar en narrativas tendenciosas, las cuales buscan transferir a este sector parte de la carga histórica por la emisión de gases de efecto invernadero”, explicó la ministra.
Tereza Cristina dijo que el gobierno y la sociedad civil se están preparando para “llevar la visión brasileña sobre agricultura y medio ambiente a la COP-26”.
“Lo que defendemos es el reconocimiento del papel positivo de la agropecuaria para la mitigación de emisiones y para la adaptación al cambio climático. Estoy convencida de que la agricultura brasileña lo viene haciendo desde hace mucho tiempo, a través de varias políticas públicas de fomento de prácticas como la siembra directa, el RenovaBio, el uso del segundo cultivo en la misma área, los bosques plantados, y la creciente política de bioinsumos.”
RenovaBio es la Política Nacional de Biocombustibles, que tiene como principal instrumento el establecimiento de metas nacionales anuales de descarbonización para el sector de combustibles, con el fin de incentivar el aumento de la producción y de la participación de los biocombustibles en la matriz energética brasileña de transportes.
“La experiencia brasileña ha demostrado que es posible conseguir resultados expresivos a partir de un abordaje equilibrado de la sostenibilidad en la agricultura. Entendemos que esta es la visión que debe prevalecer en el ámbito de las negociaciones de la COP26 y más allá de noviembre”, añadió la ministra.
Deforestación
En su participación en el debate, el secretario de Comercio y Relaciones Internacionales del ministerio, Orlando Leite Ribeiro, dijo que los problemas de deforestación se agravan aún más para Brasil debido a una percepción externa reforzada por países que quieren defender “sus sistemas ineficientes” de práctica agrícola.
“Es necesario diferenciar el problema que tenemos del problema de la imagen. Sí, tenemos problemas con la creciente deforestación. El gobierno es consciente de ello y está tratando de revertirlo. Pero hay un problema mayor, que es la percepción de esta situación en el extranjero. En el imaginario popular europeo, la Amazonia arde y se extrae madera desde el corazón de la floresta, pero sabemos que no es así”, dijo Ribeiro.
El secretario recordó que el bioma amazónico es un área enorme que ocupa más del 50% del territorio brasileño. “Este problema se da principalmente en la franja norte de Mato Grosso y en el sur de Pará. Así que es un problema muy restringido”, añadió.
Preguntado sobre si las críticas vertidas contra el país son un intento de imponer barreras comerciales a la agropecuarias brasileña, Ribeiro dijo que el Gobierno está preocupado “por los recortes que se hacen en este tema”.
“De hecho, esta presión internacional, especialmente desde la Unión Europea, se produjo tras la conclusión de las negociaciones del acuerdo del Mercosur con la Unión Europea”, dijo el secretario.
“Reconozco que existe el problema y que tenemos que abordarlo para revertir la cuestión de la deforestación. Ahora bien, lo que me pregunto es si, una vez resuelto este problema, surgirán otras dificultades que impidan el avance de este acuerdo. Por ejemplo, los derechos laborales. La agricultura brasileña es muy competitiva, y eso a veces asusta. Así que este tipo de reacción es normal por parte de algunos países que quieren defender sus sistemas ineficientes y sus modelos tradicionales”, sostuvo.