CASI UN CENTENAR DE PRODUCTORES DE BANANO Y PLÁTANO DE ECUADOR SE CAPACITAN EN PREVENCIÓN Y CONTROL DE PLAGAS EN PROYECTO DE GIZ Y EL IICA

CASI UN CENTENAR DE PRODUCTORES DE BANANO Y PLÁTANO DE ECUADOR SE CAPACITAN EN PREVENCIÓN Y CONTROL DE PLAGAS EN PROYECTO DE GIZ Y EL IICA

Más de 80 productores de Ecuador se capacitaron en prevención, detección y control de plagas que amenazan las cadenas agrícolas del banano y el plátano, fundamentales para la seguridad alimentaria y el desarrollo socioeconómico en este país y el resto de América Latina y el Caribe (ALC).

La capacitación, con la que los productores podrán redoblar esfuerzos al implementar medidas de bioseguridad que garanticen el estatus fitosanitario de estas cadenas, se realizó en un evento híbrido organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Agencia de Cooperación del Gobierno de Alemania (GIZ), con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) de Ecuador, el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) y la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (AGROCALIDAD).

La capacitación se realizó como parte del proyecto ALER4TA, financiado por la GIZ y que ejecuta el IICA en Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, el cual pretende fortalecer la capacidad de respuesta de los países de la región andina ante la amenaza del Fusarium Raza 4 Tropical (Foc R4T).

El R4T es un hongo altamente destructivo que causa la enfermedad de marchitez del banano, resistente a tratamientos químicos y que puede permanecer en el suelo por décadas, lo que lo convierte en una amenaza significativa para la producción bananera global.

El hongo puede propagarse a nuevas áreas a través del movimiento de materiales de plantación infectados o mediante partículas de suelo contaminadas impregnadas en zapatos, ropa, herramientas agrícolas y vehículos, o contenidas en el drenaje y el agua de riego.

Colombia y Perú actualmente combaten esta plaga, mientras que en Bolivia y Ecuador no hay registros de su presencia.

Los participantes del encuentro recibieron charlas sobre la importancia de la aplicación de medidas de bioseguridad para el Foc R4T y de agentes de control biológico como Trichoderma sp., así como sobre investigaciones en marcha acerca de nuevas variedades de banano tolerantes a la plaga y las bondades que ofrecen.

También durante el evento se revisó la identificación de los síntomas de la bacteria Ralstonia solanacearum Raza 2, conocida comúnmente como “moko”, que ataca todas las variedades de banano y plátano y es considerada uno de los problemas fitosanitarios más serios que afectan a las musáceas en las regiones tropicales y subtropicales del mundo.

También se revisó la identificación de los síntomas de la bacteria Ralstonia solanacearum Raza 2, conocida comúnmente como “moko”, que ataca todas las variedades de banano y plátano y es considerada uno de los problemas fitosanitarios más serios que afectan a las musáceas en las regiones tropicales y subtropicales del mundo. En el caso de Ecuador, está presente en 15 provincias del país.

“Solo con la interacción de todas las instituciones, junto con el compromiso de los productores, podremos sacar esto adelante. No hay mejor instrumento que la experiencia y la capacitación, estar atentos, receptivos y aplicar al 100 % ese conocimiento adquirido en bioseguridad en nuestras fincas para proteger los cultivos”, mencionó el Subsecretario de Fortalecimiento de Musáceas del MAG, Gustavo Cepeda.

El coordinador general de sanidad vegetal de AGROCALIDAD, Larry Rivera, resaltó que estos encuentros de aprendizaje son cruciales porque “permiten ir a la vanguardia de la tecnología, de los conocimientos y de las nuevas aplicaciones de protocolos que tienen que actualizarse paso a paso en el territorio ecuatoriano y más allá de sus fronteras”.

Rivera agregó: “Ecuador no dejará de ser el mayor exportador de banano en el mundo, tenemos mercados en donde prácticamente tenemos el 98-99 % del posicionamiento de nuestro banano y eso tenemos que mantenerlo; para hacerlo necesitamos fortalecer las medidas de bioseguridad”.

Gladys Tazan, gerente general de Jacaranda, una finca de Mozambique, África, que debió hacer frente al Foc R4T, compartió su experiencia y detalló que “fomentar la concientización, seguir reglamentos, mucha capacitación, charlas, implementar las medidas, buscar alternativas y probar variedades resistentes a plagas” es el camino por seguir para evitar que estas enfermades pongan en jaque la producción bananera.

El investigador del departamento de protección vegetal del INIAP, Danilo Vera, compartió cómo los agentes de control biológico ayudan a reducir las áreas de colonización de este hongo en plantaciones de banano, y así mejorar las condiciones de los suelos para hacer frente a estas enfermedades.

Renzo Galgani, Representante del IICA en Ecuador, resaltó la importancia de mantener las condiciones sanitarias de las fincas, ya que la producción de banano y plátano genera muchos empleos directos e indirectos en este país.

El productor Fernando Piza, junto al Representante del IICA Ecuador; Renzo Galgani; la gerente de la Finca Jacaranda de Mozambique; Gladys Tazan; el productor Octavio Santos; el coordinador regional del proyecto ALER4TA de GIZ, Ralf Buss; y la productora Carolina Cando tras el taller de capacitación.

“Familias enteras dependen de esta actividad, y si Ecuador llegara a perder parte de estas plantaciones, tendría un efecto directo en la pérdida de ingresos económicos para las familias, incidiendo en el incremento de los índices de pobreza”, afirmó.

Carlos Muentes, técnico distrital y de articulación de AGROCALIDAD, expresó que la prevención es un trabajo constante. “Nos hemos descuidado, le estamos perdiendo el miedo a un enemigo que todavía no acabamos de conocer como el fusarium y el moko, no es hora de bajar la guardia. La prevención es clave mediante las medidas de bioseguridad”.

Marco Cacarín, analista de manejo y control de plagas específicas de la misma agencia, abordó la identificación de síntomas del “moko” y el manejo de brotes. Hizo hincapié en que Ecuador cuenta con un marco regulatorio fuerte y rigurosos protocolos que guían frente a estos brotes, y que realizar un trabajo articulado entre todos los actores de la cadena es fundamental.

“Tres de cada 10 bananos en mercados internacionales son de Ecuador, ahí vemos lo que representa este cultivo para la seguridad alimentaria y la economía del país, de ahí la importancia de un manejo íntegro y cumplir los protocolos establecidos de bioseguridad a cabalidad”, dijo Cacarín.

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