LA TRANSFORMACIÓN DE LOS SISTEMAS ALIMENTARIOS DEBE PARTIR DEL VERDADERO VALOR DE LOS ALIMENTOS, NO DE LA “QUIEBRA” DE ESTOS SISTEMAS, INDICA ESTUDIO DE IICA PRESENTADO EN BRASIL
Entre los desafíos que se ciernen en tiempos de crisis alimentarias, energéticas y climáticas, la transformación de los sistemas alimentarios es cada vez más urgente.
Pero, ¿cómo cambiar un sistema intrincado y complejo que involucra cultivos, termina en el consumidor, pasa por la transformación, el transporte, la distribución y el consumo, con implicaciones económicas, sociales, culturales y para la salud animal y humana?
Con el objetivo de reducir la resistencia a los cambios necesarios y generar un mayor compromiso de los diversos sectores y actores involucrados en el desafío, en el documento “Sistemas alimentarios ´fallidos´ y otras narrativas” el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) propone un enfoque que considere no sólo los costos, sino también los beneficios del funcionamiento actual de estos sistemas, y sugiere cambiar la narrativa de “sistemas fallidos” por una que considere “el verdadero valor de los alimentos”.
En términos generales, esto significa cambiar el argumento de que los costos ocultos del funcionamiento actual de los sistemas -en relación con la salud, la pobreza y el medio ambiente- supera el valor monetario de los alimentos, por una narrativa del “verdadero valor de los alimentos”, aclarando cuidadosamente la naturaleza de los llamados costos ocultos al determinar si estos son consecuencias de los sistemas alimentarios o de fallas del mercado, cuestiones pecuniarias, problemas de justicia y desigualdad, entre otras consecuencias con causas ajenas a los sistemas alimentarios.
El estudio fue presentado en el Global Agribusiness Forum (GAF), que forma parte del Global Agribusiness Festival de São Paulo, el mayor evento mundial de agronegocios, organizado por Datagro, que reunió a cerca de 12.000 personas vinculadas al sector, además de gestores públicos y políticos.
El coordinador para la región Sur y representante del IICA en Brasil, Gabriel Delgado, participó como conferencista en el panel sobre Sostenibilidad en la Agricultura. El economista y consultor del IICA Eugenio Díaz-Bonilla, uno de los autores del estudio, presentó el trabajo.
El documento analiza el rendimiento global de los sistemas alimentarios y su eficiencia en la alimentación, y enumera los diversos problemas en las distintas etapas. Los autores abordan los efectos negativos de los sistemas alimentarios en el medio ambiente -como la emisión de gases contaminantes, la deforestación, la degradación del suelo y la pérdida de biodiversidad- e insisten en la necesidad de prácticas agrícolas más sostenibles.
También aborda los cambios ya adoptados en los sistemas y pautas de consumo, impulsados por factores económicos, tecnológicos y sociales. El documento subraya la importancia de adaptar estos sistemas a las necesidades nutricionales y sanitarias de la población.
Según la publicación, para mejorar los sistemas agroalimentarios es necesario comprender su funcionamiento integral y diseñar políticas públicas basadas en un análisis detallado de sus costos y beneficios. Los autores destacan la importancia de la cooperación internacional y la participación de todos los actores implicados en la mejora sostenible de los sistemas y en la adopción de políticas públicas basadas en evidencias científicas.
Los sistemas alimentarios se han convertido en un foco importante de los esfuerzos globales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Por este motivo, Naciones Unidas convocó en 2021 la Cumbre de Sistemas Alimentarios para analizar cómo funcionan los sistemas alimentarios en el mundo y comenzar a diseñar estrategias de cambio y adaptación. En esta ocasión, el IICA organizó un documento con mensajes clave de los Ministros de Agricultura y Ganadería de las Américas.
Para el IICA, los productores agrícolas deben estar debidamente representados en las discusiones sobre cambio y adaptación, las decisiones y políticas deben basarse en la ciencia y la agricultura debe ser vista como parte de la solución a los desafíos.
“Es importante conocer bien los sistemas, los incentivos y los factores estructurales para diseñar regulaciones que ayuden a los sistemas alimentarios a producir alimentos suficientes y diversos para todos, con productos inocuos y nutritivos, producidos con sostenibilidad social, económica y ambiental”, dijo Eugenio Díaz-Bonilla.
“Transformar los sistemas alimentarios es un gran reto, pero estamos seguros de que es posible. Y para ello, la cooperación internacional es crucial y urgente”, afirmó Gabriel Delgado.
Comité de Comunicación del IICA
En paralelo, el documento fue presentado a miembros del Comité Asesor en Comunicación del IICA en un evento virtual al que asistieron Fernando Mattos, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay; Manuel Otero, Director General del Instituto; y dos de sus co-autores, Eugenio Díaz-Bonilla y Rosario Campos.
En la presentación se concluyó que el sector agropecuario de las Américas debe profundizar su integración y su búsqueda de consensos, de modo de presentar de manera consistente y continua posturas unificadas en los foros internacionales, que destaquen el papel indispensable del agro como garante de la seguridad alimentaria y como parte de la solución a la crisis climática.
El Comité está integrado por líderes de opinión con una trayectoria de grandes contribuciones al sector agroalimentario y expertos en comunicación pública e institucional. El cuerpo fue lanzado por el IICA en el 2020, con la finalidad de influir positivamente en el reconocimiento público de las cadenas agropecuarias.
Inicialmente se integró con diez miembros de siete países, pero recientemente fue ampliado con la participación del sector privado y hoy tiene más de 20 integrantes que representan una gran variedad de países y roles en la comunicación.
“El IICA ha estado haciendo un gran trabajo en la comunicación para contrarrestar relatos que no están basados en ciencia y sostienen que la agricultura es causante del cambio climático, con el liderazgo de Manuel Otero. Pero nos hace falta todavía un mayor esfuerzo de los países de las América para actuar como un bloque en los foros internacionales donde la agricultura es señalada con el dedo acusador”, dijo Mattos, quien también preside la Junta Interamericana de Agricultura (JIA), órgano superior de gobierno del IICA integrado por los 34 Estados Miembros.
“Los países de nuestra región hemos luchado de forma aislada durante más de 60 años contra el proteccionismo, que ha sido una barrera al comercio internacional de alimentos. Ahora, debemos tener una postura unificada acerca de la norma de la Unión Europea sobre deforestación, porque, si bien es una medida soberana, tiene un alto contenido de hipocresía, ya que los europeos son grandes emisores de gases de efecto invernadero y trasladan la responsabilidad de mitigación al resto del mundo”, agregó Mattos.
El ministro uruguayo subrayó el enorme valor del documento presentado durante la reunión y consideró que “los sistemas alimentarios, de fallidos tienen poco. Tenemos el enorme desafío de mostrar el esfuerzo que están haciendo nuestro continente en materia de producción sostenible. Las Américas son sostén de la seguridad alimentaria de casi 8.000 millones de habitantes del planeta”.
“Estamos trabajando en foros internacionales, de acuerdo a las instrucciones de los ministros de Agricultura de las Américas, que son nuestros mandantes, para tratar de acercar nuestra verdad en cuanto al posicionamiento de los sistemas alimentarios y el rol que tienen que cumplir para el futuro de la humanidad”, afirmó Otero.
El Director General del IICA destacó la tarea que está realizando el IICA a través de su participación en el Grupo de Trabajo de Agricultura del G20, que reúne a las mayores economías del mundo y también en la preparación para llevar el mensaje del sector agropecuario del continente a las próximas Conferencias de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 29 y 30).
“Las discusiones ambientales globales no pueden dejar a la agricultura de lado. La agricultura es un sector clave y es parte de la solución”, enfatizó Otero.
Díaz-Bonilla y Campos hicieron hincapié en que la región es pionera en prácticas sostenibles como los sistemas silvopastoriles y la siembra directa y señalaron que la agricultura del continente ha aumentado en tiempos recientes su productividad gracias a la ciencia y a la innovación, sin utilizar más tierra.
“Los sistemas –alimentarios –dijeron- no son fallidos porque no sustraen valor. Aunque hay que mejorar aspectos productivos, económicos, sociales y ambientales, los sistemas alimentarios deben fortalecerse, especialmente en las Américas, que es garante de la seguridad alimentaria mundial”.