CONFERENCIA DE MINISTROS DE AGRICULTURA DE LAS AMÉRICAS 2023 ABRE CON LLAMADO A IMPULSAR ACCIÓN COLECTIVA Y ALIANZAS ESTRATÉGICAS PARA GARANTIZAR SEGURIDAD ALIMENTARIA
La Conferencia de Ministros de Agricultura de las Américas 2023 fue inaugurada en San José de Costa Rica por los presidentes de Guyana y Panamá y otras altas autoridades de 32 países, que realizaron un llamado a fortalecer el rol del continente como garante de la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental global, en un contexto de crisis climática y económica que demanda de forma urgente un agro más productivo y resiliente.
Los presidentes de Guyana, Mohamed Irfaan Ali, y de Panamá, Laurentino Cortizo, fueron oradores en el acto de apertura, junto al Director General del Instituto Interamericano para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, organizador y anfitrión del encuentro.
Tanto Irfaan Ali como Cortizo recibieron distinciones del IICA en reconocimiento a su compromiso con el desarrollo del sector agropecuario y el rol de los agricultores en sus países y en las Américas.
También participaron en la inauguración el líder rural de Chile Alfredo Carrasco; el ministro de Desarrollo Agrario y Agricultura Familiar de Brasil, Paulo Teixeira; el ministro de Agricultura y Ganadería de Costa Rica, Victor Carvajal; el CEO de la Fundación World Food Prize, Terry Branstad; el Viceministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Alejandro Solano y la Representante en Costa Rica de la Organización de Estados Americanos (OEA), Milagro Martínez.
La ministra de Ambiente de Emiratos Árabes Unidos (EUA), país organizador de la próxima COP 28, Marian Bint Mohammed Saeed Hareb Almheiri, dio su mensaje a través de un video.
La conferencia, que se realiza cada dos años, reúne hasta el jueves 5 de octubre a ministros de 34 países, representantes del sector privado y agricultores de distintas naciones del continente, que sesionan bajo el lema “Una alianza continental para la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible”. El título expresa el consenso de que es imprescindible impulsar la acción colectiva y la cooperación técnica de excelencia para fortalecer la producción agropecuaria en armonía con el ambiente.
La ceremonia contó con la presencia de unos 200 asistentes, entre ellos ministros de Agricultura del continente, como así también el Premio Nobel de Economía 2019, Michael Kremer, y el Premio Mundial de la Alimentación 2020, Rattan Lal. Los dos últimos serán expositores magistrales en los foros técnicos de la conferencia, en la que también sesionará la Junta Interamericana de Agricultura (JIA), órgano superior de gobierno del IICA, integrado por los 34 Estados Miembros.
“Tenemos un objetivo muy ambicioso que es reducir en un 25% para 2025 las importaciones de alimentos en los países de la Comunidad del Caribe (CARICOM). Eso lo lograremos solo con grandes inversiones y un rol importante de la tecnología. Estamos avanzando en la construcción de un sistema productivo sostenible y resiliente”, dijo el presidente guyanés, Irfaan Ali.
El jefe de Estado agradeció al IICA por “el sobresaliente trabajo que está haciendo para resolver problemas en el sector agrícola” y destacó las acciones del Instituto que facilitan la transferencia de tecnología y la integración de los sistemas agroalimentarios de la región.
“En los últimos cuatro años, líderes de todo el mundo hablan cada vez más sobre seguridad alimentaria y hoy está todo entrelazado: la producción de alimentos, la seguridad energética y la seguridad climática. Por eso en Guyana estamos creando una economía para convertirnos en 2030 en líderes mundiales en esas tres áreas”, contó Irfaan Ali.
“Cuando hablamos del sector agropecuario hablamos de pasión” dijo, a su turno, el presidente Cortizo.
“Como panameño –agregó- me siento honrado por estar aquí y por el reconocimiento. Agradezco al Director General del IICA, Manuel Otero, y a su equipo por el aporte que hicieron en la elaboración de nuestra política agroalimentaria del Estado, que se construyó de abajo hacia arriba y va a sobrevivir a los cambios de gobierno”.
Cortizo también se refirió a dos temas clave: comercio internacional y cambio climático. “El comercio no es justo y eso hay que hablarlo con los países desarrollados. Por ejemplo, no puede ser que cuando estamos en tiempos de cosecha nos inunden con productos subsidiados”, señaló. Sobre el cambio climático, advirtió que “los países desarrollados que son los grandes emisores de gases de efecto invernadero son los que tienen que ver qué van a hacer con sus industrias”.
El agro, víctima del cambio climático
El ministro brasileño Paulo Teixeira dio detalles de los programas que están en marcha en su país para garantizar la seguridad alimentaria y dar impulso a la agricultura familiar. Además, enfatizó en el valor de la conferencia para conocer las buenas experiencias de otras naciones e intercambiar conocimientos.
Teixeira puntualizó que la acción colectiva es imprescindible para que los países de las Américas puedan enfrentar el impacto del cambio climático, que se manifiesta en eventos climáticos cada vez más frecuentes y extremos.
“En la región amazónica hemos estado atravesando sequías, mientras que en el sur tuvimos sequías y huracanes. Las personas vulnerables son las que más sufren estos fenómenos que repercuten en la producción agropecuaria y la producción de alimentos”, señaló.
Alfredo Carrasco, inspirador y cabeza del proyecto inclusivo FarmHability, que promueve una agricultura sustentable e integradora, señaló que las personas con discapacidad pueden trabajar en el campo y producir alimentos para la sociedad.
“Vengo de un pueblo rural y tuve la fortuna de crecer en una familia donde mi padre es agricultor. A mis 17 años, tuve mis primeros cultivos, pero en 2017 sufrí un accidente que cambió mi vida. Pasé dos años de rehabilitación y empecé a escribir esta nueva historia”, dijo Carrasco, quien hizo pública su voluntad de contribuir a la creación de un programa hemisférico para la inclusión laboral de personas con discapacidad en el sector agrícola.
Carrasco ha sido reconocido como Líder de la Ruralidad por el IICA, igual que decenas de agricultores del continente que hacen un aporte a la seguridad alimentaria y contribuyen al arraigo en las zonas rurales.
“Los sistemas alimentarios y la agricultura deben ser una prioridad máxima en la lucha contra el cambio climático, en favor de los millones de agricultores de todo el mundo y de los millones de personas que pasan hambre”, dijo la ministra de Cambio Climático y Ambiente de EAU, Almheiri, quien señaló la urgencia de realizar una transición hacia métodos de producción de alimentos más inclusivos, sostenibles y resilientes”.
Los agricultores, motores de la innovación
“Los agricultores son los motores de la innovación y es nuestro trabajo empoderarlos”, advirtió Terry Branstad, en nombre de la World Food Prize Foundation, institución comprometida con la promoción de la innovación y el mejoramiento de la calidad, la cantidad y la disponibilidad mundial de los alimentos. El premio que otorga anualmente es considerado el Nobel de la alimentación y la agricultura.
La fundación tiene su sede en el estado norteamericano de Iowa, de relevante producción agrícola. “La inversión en biotecnología y los biocombustibles ha trasformado el estado de Iowa. Tenemos 42 plantas de bioetanol y 43 de biodiesel. Nos ocupamos de ser económica, social y ambientalmente sostenibles”, explicó Branstad.
El ministro Carvajal, en tanto, consideró que “el IICA es una organización que apoya a nuestras poblaciones y gobiernos, en un continente donde hay muy distintas realidades de los países”.
“Hoy el mundo enfrenta desafíos urgentes y debemos abordarlos en equipo y no con esfuerzos aislados. Tenemos que mejorar la calidad de vida de los agricultores. Nos urge resolver el tema de la pobreza en territorios rurales y el éxodo de sus habitantes a centros urbanos”, agregó.
El Director General del IICA, Manuel Otero, hizo hincapié en que la conferencia es el foro técnico y político del más alto nivel para el intercambio de ideas información y experiencias relacionadas con la transformación de la agricultura y la vida rural, pero sobre todo sirve para construir consensos y una hoja de ruta común sobre los desafíos y oportunidades para el sector agroalimentario de las Américas.
“Está en juego –puntualizó- la profundización del proceso de transformación de nuestra agricultura, que debe necesariamente ser más sostenible, más competitiva e inclusiva y cuya superación va a ser clave para construir un mundo mejor para todos”.