La Prefectura demuestra compromiso y solidaridad con los hermanos de Chone
“La casa comenzó a temblar a las 3 de la madrugada. Me imaginé lo peor y me lancé por el balcón”, es el testimonio de Kléver Zambrano Rivas, uno de los afectados de las inundaciones de Chone, quien perdió sus enseres.
Luego de dos días de esa noche de terror, Kléver está pendiente de las labores de limpieza y encauzamiento que realiza la maquinaria de la Prefectura de Manabí en su finca María Auxiliadora, ubicada en la vía a Mosquito, a la altura del puente La Ramírez.
Una historia similar vivió Isidro Zambrano con su familia, cuando el estero Barahona, ubicado en la vía El Pueblito se les vino con todo. “Nos asustamos, teníamos mucho miedo; no podíamos dormir por el intenso ruido que se escuchaba”, comentó Isidro.
En el sector también se encuentra otra excavadora de la Prefectura, realizando el encauzamiento y la limpieza de palizada en el estero Barahona. “Estamos realizando un muro de protección con el mismo material del estero para evitar daños a las viviendas aledañas y a la escuela Melquiades Alarcón”, manifestó el Raúl Loor Orellana, técnico de la Prefectura de Manabí.