FAO ponderó a la siembra directa, pero pidió menos uso de ‘fertilizantes químicos y pesticidas
BUENOS AIRES (NAP). Desde 2014 y, a pedido de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agriculturta (FAO), cada 5 de diciembre se celebra el Día Mundial del Suelo. Este año el lema principal es “Los suelos, origen de los alimentos”.
“Esta campaña tiene un objetivo muy claro: darles a los suelos la relevancia que se merecen”.
FAO Argentina apuntó a “hacer que las personas tomen conciencia de su importancia. Un manejo sostenible de los sustratos es la única manera de asegurar la soberanía alimentaria de cada nación”.
Sin suelo, la vida en la Tierra no existiría. Según la organización internacional, 95% de los alimentos proviene directa o indirectamente de los suelos. Por lo que su salud juega un papel vital en la reducción del hambre y la pobreza a nivel global.
“Desafortunadamente, la degradación del suelo es cada vez más acusada. La desertificación, la deforestación y ciertas prácticas agrícolas son las principales causas de este deterioro. A ello hay que sumarle, los incendios, los monocultivos, las plantaciones de productos no locales, la contaminación o las especies invasoras”.
En este orden, la FAO apuntó que “la mayoría de las personas no tiene idea de la importancia de los suelos”. Agregó que tampoco se conoce el rol fundamental que estos tienen en su forma de alimentarse y de vivir.
“Se cree que el suelo es cosa de la gente del campo y que no hay porque preocupase por ello. Pero esto es una falacia. Y a la hora de preservarlos y restaurarlos todos tenemos que poner manos a la obra para conseguirlo”.