El verde y el limón: Entre la escasez y la exagerada subida de su precio en Guayaquil

El verde y el limón: Entre la escasez y la exagerada subida de su precio en Guayaquil

De acuerdo a comerciantes de algunos mercados de Guayaquil, se ha elevado el precio de estos productos a más del doble de su valor habitual

 

Para algunos guayaquileños es impensable que el verde y el limón no sean parte de su diario vivir, sin embargo, de acuerdo con varios comerciantes y consumidores, estos dos productos han elevado su precio a más del doble y, en algunos casos, hay escasez. Esto ocasiona que muchas personas se vean obligadas a reemplazar estos alimentos.

Diario EXTRA realizó un recorrido por algunos de los mercados municipales más concurridos de Guayaquil, para consultar a los comerciantes cómo esto ha afectado a sus negocios y cómo se han encarecido estos productos.

“Hay escasez de verde porque lo están exportando. Antes valía $3 el racimo y ahora vale $6 desde hace seis meses. El limón también está escaseando, antes el saco valía de $30 a $40 y ahora llega a subir hasta $100, por lo que hay que vender más caro”, explicó Ángel Luna, comerciante de alimentos del mercado Florida Norte.

En este mismo centro de abastos pudimos observar que el arroz, un grano que estaba escaso hasta junio de 2023, está reabastecido y sin complicaciones.

Alicia Chuquiralagua es comerciante del mercado de Sauces IX y comenta que, en su caso, nunca ha hecho falta el verde, solo se volvió más caro. La vendedora aseguró que el racimo valía $4 pero que ahora vale $7, evidenciando la variación que hay en el precio de este producto en relación a los precios que mencionó el mercader Luna.

De acuerdo con los precios referenciales proporcionados por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (con fecha del 21 de septiembre de 2023), el precio referencial para el cartón de 70 libras del plátano verde barraganete es de $20, mientras que la malla de 95 libras de limón está en $88,33, lo cual difiere con los valores que brindaron Luna y Chuquiralagua.

A pesar de aquello, Chuquiralagua indicó que las personas compran de todos modos, pues opinó que se puede comer una ensalada con vinagre, pero no se puede comer un ceviche con vinagre, ya que el limón no es reemplazable del todo.

“El tomatillo, el verde, el tomate y el limón están caros. El aguacate ya ni lo compro porque pienso que sería un complemento, pues a veces tenemos que acomodarnos a la realidad que estamos viviendo”, comentó con desánimo la ciudadana Rocío Baquerizo, quien frecuenta el mercado Asiclo Garay, en el centro de la ciudad.

María Guamán atiende su negocio en este último establecimiento y comentó que los precios varían constantemente. Por ejemplo, un días pasados ella vendía 12 limones por $1, mientras que hoy, tan solo vendía 8 limones por el mismo precio.

Guamán señaló que otros comerciantes han optado por comprar lima para vender, pero la gente casi no consume ese fruto y no le resulta beneficioso. “Así esté caro, yo tengo que traer verde, porque cuando la gente no lo ve, no lleva nada. El verde es lo que atrae a los consumidores”, manifestó la comerciante.

El mercado Oeste es otro popular centro de abastos en la urbe porteña, el cual es frecuentado por Daniel Torres, un ciudadano que lamenta el estado actual de los precios y opinó: “Me he dado cuenta de que ha subido casi todo, pero a veces no es que no haya el dinero, a veces es que no hay el producto. No entiendo cómo nosotros, que somos un país productor, estamos pasando esta situación. Esto hace que caigamos en desnutrición”.

A pesar de esta subida de precio y escasez, en el caso del verde, la situación se podría agravar aún más por causa de la plaga Fusarium Raza 4, la cual mata a las plantaciones de guineo y verde, y ya ha perjudicado a países como Perú y Colombia. De acuerdo con el ministro de Agricultura y Ganadería, Eduardo Izaguirre, en Ecuador aún no hay presencia de esta peste.

El ex ministro de agricultura del Ecuador (1990 y 1997) y experto agrónomo, Alfredo Saltos, aseguró que sí hay una relación directa entre ‘El Niño’ y la subida de precios de los vegetales, y explicó que “el hecho de haberse reconocido que está próximo a suceder, detiene la voluntad de siembra de hortalizas, verduras y frutas, por tanto, baja la producción. Una vez presente el fenómeno de El Niño, será peor el panorama y no habrá fluida movilización de alimentos”.

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