El hongo negro devora los sembríos de maíz en Manabí
Las intensas lluvias que azotaron Manabí en los últimos meses pasan factura al campo. El exceso de humedad propició la propagación de un devastador hongo en los cultivos de maíz, principal producto agrícola de la provincia. Miles de hectáreas muestran el siniestro color negro de la plaga sobre las mazorcas.
“Está totalmente perdido, el hongo negro acabó con todo”, lamenta Antonio Delgado, agricultor de Tosagua, uno de los cantones más afectados. Allí, el 60% de la cosecha se malogró por completo. La inversión de 2.000 dólares por hectárea se fue a la basura.
La Coordinación Zonal del MAG calcula que de las 105.000 hectáreas sembradas en Manabí, unas 31.500 presentan daños. Si bien es menos de un tercio del total, el impacto es severo en una provincia que produce 500.000 toneladas anuales de maíz, base de la dieta de sus pobladores.
El panorama es desolador en toda la zona costera. Rocafuerte, Jipijapa, Montecristi, han visto sus plantaciones diezmadas. El hongo no perdona: las mazorcas infectadas no sirven ni para consumo humano ni animal.
Ante la magnitud del desastre, muchos prefieren no arriesgarse en la siguiente cosecha. Temen, además, los efectos del Fenómeno del Niño. Sin apoyo estatal, ¿cómo recuperarse de semejante golpe?
Urge diseñar políticas de alivio para los productores afectados. Créditos blandos, seguros agrícolas subsidiados y capacitación en técnicas de prevención de plagas, son medidas necesarias para evitar el colapso del sector. De lo contrario, la provincia verá peligrar su seguridad alimentaria. En juego está el sustento de miles de familias manabitas.