El cacao colombiano: una promesa de sabor y crecimiento
El cacao colombiano destaca por su finura y aroma, convirtiéndolo en un producto prometedor. Aunque el país no es aún una potencia en producción, diversas ventajas y oportunidades lo posicionan como referente en el agro local. Con más de 400 precursores de aroma y sabor, el cacao colombiano posee un gran potencial para el mercado de exportación. A pesar de las afectaciones del Fenómeno de La Niña, el subsector ha experimentado un crecimiento sostenido, representando un aumento del 49,1% en la producción. Sin embargo, para alcanzar su máximo potencial, se requiere mayor inversión empresarial y acceso al mercado internacional.
El cacao colombiano es reconocido por su calidad y variedad de notas exclusivas, gracias a la diversidad de ecosistemas presentes en el país. Según expertos, este fruto cuenta con más de 400 precursores de aroma y sabor, lo que lo convierte en una joya para el mercado de exportación en grano y semiprocesados. Jhon Fredy Escobar, director de investigación en agronegocios de Bancolombia, destaca que la llegada de inversión empresarial podría acelerar el crecimiento del cacao, tal como sucedió con el aguacate Hass.
A pesar de las adversidades, como la reducción del 10% en la producción debido a las lluvias del Fenómeno de La Niña en 2022, el subsector del cacao ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años. La Federación Nacional de Cacaoteros reporta un aumento del 49,1% en la producción en comparación con hace 10 años, pasando de 41.670 toneladas en 2012 a 62.158 en el año pasado.
Colombia cuenta con más de 4 millones de hectáreas aptas para el cultivo de cacao, lo cual representa un potencial significativo. Además, el país ha demostrado su excelencia en la producción de chocolate de mesa, un tipo de chocolate poco convencional en otros mercados externos. Estos logros posicionan al cacao colombiano como un producto atractivo tanto para el consumo interno como para las exportaciones.
Para alcanzar su máximo potencial, se requiere fortalecer la colaboración entre entidades gubernamentales, como el Ministerio de Agricultura, y la cooperación internacional. Es fundamental continuar con la renovación de los cacaotales y brindar apoyo técnico a los productores para mejorar la productividad y aumentar los ingresos. Además, se debe trabajar en aspectos agronómicos, como el manejo del cadmio y la investigación de nuevas variedades, así como en la sostenibilidad y la construcción de una marca país que aproveche las diferencias entre las regiones productoras.