Acuicultura: la importancia de comer ‘azul’ para vivir en verde
Al incluir pescado de acuicultura en su dieta, el ser humano se cuida por dentro, pero también promueve un mundo más sostenible. La Acuicultura de España tiene un papel clave en la nutrición del futuro: es un sector capaz de evitar que el consumo frenético de alimentos termine agotando los recursos de mares y ríos. La proteína y los ácidos grasos omega 3 que aportan sus productos contribuyen a alargar la vida de las personas. Y de paso, la del planeta.
Queda claro que el pescado es fuente de vida. Pero, lamentablemente, este manantial no es ilimitado. Si el consumo mundial por persona y año de pescado está establecido en más de 20 kilos y la población del planeta crece a pasos agigantados (para 2050 se calcula que habrá 9.700 millones de personas), ¿cómo cubrir esa demanda global de proteína de productos de mares y ríos? Si no se quiere forzar los ecosistemas silvestres, ¿cómo alcanzar esas necesidades nutricionales que procuran más longevidad al organismo? La respuesta está en la acuicultura, la actividad a través de la cual se cultivan peces, mariscos, crustáceos y algas para en viveros en el mar o en los ríos. Un sector que, tal y como afirman muchos expertos, entre otros la Agencia de Alimentos de las Naciones Unidas (FAO), se revela como imprescindible para abastecer a la población mundial de pescado de calidad, a un precio asequible y sin forzar los ecosistemas silvestres.