Ante las sanciones, los agricultores rusos se vuelcan al mercado interno
Con un vasto territorio y tierras muy fértiles en el sur, Rusia es uno de los principales productores de cereales del mundo. Pero el conflicto en Ucrania y el aluvión de sanciones occidentales obliga a sus agricultores a recurrir al mercado interno.
En el pueblo de Khotmanovo, 170 kilómetros al sur de Moscú, a orillas del río Oka, Chiorny Khleb (“Pan Negro”) es una de las pequeñas explotaciones que han proliferado en Rusia en la última década.
“Nos estamos orientando más hacia nuestro mercado interno, hacia nuestra economía”, explica Yevgeny Chifanov, de 42 años, copropietario de esta granja ecológica.