WWF coloca pancartas gigantes en humedales para denunciar el «robo del agua»
España.- La organización ecologista WWF ha desplegado pancartas gigantes de manera simultánea en tres humedales del país -Doñana, Daimiel y el Mar Menor- en denuncia de la sobreexplotación ilegal de agua subterránea, una acción que han hecho coincidir con el Día Mundial de los Humedales que se celebra hoy.
Según ha explicado la oenegé en un comunicado, el 60 % de los humedales y lagos naturales de España han desaparecido en las últimas cuatro décadas, un «colapso ecológico» que continúa afectando a estos ecosistemas y a las actividades económicas que dependen de ellos, ha lamentado la responsable de Agua de WWF, Teresa Gil.
El equipo de WWF ha extendido pancartas de hasta 13 metros con el lema «STOP robo del agua» sobre tres humedales «icónicos» de España para alertar sobre la «crítica situación» en la que se encuentran, y especialmente el de Doñana, precisan, tras la propuesta de ley a iniciativa del PP andaluz de regularizar unas 1.460 hectáreas de regadío ilegal, algo que a su juicio supone «un grave ataque» a este humedal.
La acción se ha llevado a cabo en paralelo, además de en Doñana, en las Tablas de Daimiel, que la organización conservacionista describe como «el epicentro del robo del agua en España», y en el Mar Menor, «escenario del grave desastre ecológico como consecuencia del vertido de nitratos procedentes de la agricultura intensiva».
WWF advierte de que entre estas tres zonas se riega ilegalmente una superficie superior a 64.000 hectáreas, lo que ha llevado a estos ecosistemas «al límite».
Según sus cálculos, en las Tablas de Daimiel al menos 51.465 hectáreas de cultivo se riegan con agua extraída ilegalmente, «el equivalente a más de 62.300 campos de fútbol» mientras que la superficie regada con agua subterránea extraída ilegalmente en Doñana y Aljarafe supera las 4.700 hectáreas, «más de 5.700 campos de fútbol».
En el Mar Menor, donde existen además las amenazas de la agricultura industrial y el consecuente vertido de nitratos a la laguna, se han detectado 8.460 hectáreas de cultivo de regadío ilegal en el Campo de Cartagena, el equivalente a más de 10.200 campos de fútbol.
«Ese robo del agua del acuífero afecta directamente a arroyos que vierten sus aguas al corazón de este espacio clave para la biodiversidad y alrededores», recalca WWF, que demanda a las autoridades «una acción contundente» para acabar con el problema con medidas como cerrar y sancionar las extracciones ilegales de los acuíferos, así como reducir la superficie de regadío, «particularmente cerrando todas las fincas ilegales en el entorno de humedales y espacios protegidos».
Asimismo, WWF ha pedido al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que apruebe con urgencia una Estrategia Nacional de Humedales que incluya un plan de restauración de estos ecosistemas y ataje el expolio del agua.