Las balas, la burocracia y la falta de financiación obstaculizan el socorro a los afectados por el hambre, advierten la fao y el pma ante el aumento de la inseguridad alimentaria aguda, que alcanza un nuevo máximo
Los esfuerzos para combatir el aumento repentino de la inseguridad alimentaria aguda en el mundo se ven obstaculizados por combates y bloqueos que impiden la llegada de ayuda esencial para salvar la vida de las familias que están al borde de la hambruna, advierten la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en un nuevo informe publicado hoy.
Esto es motivo de profunda preocupación, ya que se prevé que los conflictos, las repercusiones económicas de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) y la crisis climática eleven los niveles de inseguridad alimentaria aguda en 23 lugares críticos con respecto al hambre durante los próximos cuatro meses, según se señala en el informe, debido al aumento constante de la escala y la gravedad de la inseguridad alimentaria aguda.
Los 23 lugares críticos son Afganistán, América Central (Guatemala, Honduras y Nicaragua), Angola, Chad, Colombia, Etiopía, Haití, Kenya, Líbano, Madagascar, Mozambique, Myanmar, Nigeria, República Centroafricana, República de Corea, República Democrática del Congo, Sierra Leona junto con Liberia, la zona central del Sahel (Burkina Faso, Malí y Níger), Siria, Somalia, Sudán, Sudán del Sur y Yemen.